Los ensayos clínicos forman parte de la investigación clínica: ayudan a determinar si nuevos enfoques médicos son seguros y eficaces. En términos generales, los estudios de investigación se dividen en dos categorías:
Ensayos intervencionales: Asignan a los participantes un tratamiento o procedimiento (como un nuevo medicamento) para estudiar sus efectos.
Estudios observacionales: Se limitan a observar a las personas en su entorno habitual, sin asignar activamente un tratamiento.
Las fases que veremos a continuación forman parte del espectro de los ensayos intervencionales, donde cada etapa se construye sobre la anterior para llevar tratamientos prometedores del laboratorio a la atención real.
Obtén más información sobre cómo funcionan los ensayos clínicos aquí.
Los ensayos clínicos no ocurren de forma simultánea. Se desarrollan en cuatro fases. Cada fase ayuda a los investigadores a responder una gran pregunta: ¿es este tratamiento seguro y realmente funciona?
Entender cómo funcionan estas fases es clave si eres un paciente considerando unirte a un ensayo, o si estás ayudando a otros a recorrer ese camino.
Obtén más información sobre estas fases del MD Anderson Cancer Center.
Objetivo: Encontrar la dosis más segura y entender cómo se comporta el tratamiento en el cuerpo.
Aquí es donde todo comienza. Un grupo pequeño (generalmente menos de 100 personas) recibe el tratamiento—con frecuencia voluntarios sanos, a veces pacientes. Los investigadores observan los efectos secundarios y evalúan cómo el cuerpo absorbe, descompone y reacciona al medicamento. No se trata aún de curar, sino de asegurarse de que el tratamiento es seguro para avanzar.
Objetivo: Ver si el tratamiento realmente ayuda con la condición — y seguir monitoreando su seguridad.
Aquí se evalúa la eficacia. Un grupo más grande de personas con la condición específica prueba el tratamiento. Los investigadores observan si los síntomas mejoran y continúan monitoreando cualquier problema. Esta fase ayuda a decidir: ¿vale la pena seguir invirtiendo en este tratamiento?
Objetivo: Comparar el nuevo tratamiento con los existentes — y probarlo a mayor escala.
Esta es la gran prueba. Miles de participantes forman parte del estudio, a menudo en varios hospitales o incluso países. Los investigadores buscan saber si el tratamiento es mejor, más seguro o más conveniente que los disponibles actualmente. El éxito en esta fase suele llevar a la aprobación por la FDA o la EMA.
Objetivo: Monitorear los efectos a largo plazo en el uso real
Una vez que un medicamento está en el mercado, la investigación no se detiene. La fase IV evalúa cómo se comporta en el mundo real, a lo largo del tiempo y en una población más amplia. Esta fase puede revelar efectos secundarios poco comunes, riesgos a largo plazo o nuevos beneficios. Es un paso esencial para mantener al público seguro e informado.
Si tú o alguien cercano están explorando opciones de tratamiento, conocer las diferencias entre las fases de los ensayos clínicos te ayuda a hacer mejores preguntas y tomar decisiones más acertadas. Para los profesionales en reclutamiento de pacientes o emparejamiento clínico, este conocimiento genera confianza y permite conectar a las personas con el ensayo adecuado en el momento justo.
¿Buscas ensayos clínicos que se ajusten a tus necesidades? Comprender estas fases es el primer paso.
Cada fase de un ensayo clínico es un pilar hacia tratamientos seguros y eficaces. Desde las primeras pruebas de seguridad hasta el monitoreo a largo plazo, cada etapa cumple una función. Ya sea que estés evaluando opciones de tratamiento o apoyando a alguien más, entender estas fases te da las herramientas para hacer mejores preguntas y tomar decisiones informadas. Al simplificar la complejidad de las fases de los ensayos clínicos, PatLynk ayuda a pacientes y cuidadores a comprender en qué parte del desarrollo se encuentra un tratamiento, para que puedan dar el siguiente paso con claridad y confianza.